Cosas personales de Ángel Santiesteban
Warhol P
HAVANA TIMES — No he seguido con énfasis el caso de Ángel Santiesteban, porque para ser sincero desde el inicio de esa sórdida historia que se tejió y que muchos conocemos, creí que el autor del libro de cuentos: “Los hijos que nadie quiso”, uno de mis libros preferidos en la década actual, no era culpable, y aún mantengo la duda de una real culpabilidad.
Es cierto que he visto poco a Ángel, pero las veces que he tenido la oportunidad han servido para conocer que al menos su apariencia no encierra para nada a un hombre obsesivo (al no ser en su literatura) rondando lo psicopático como lo ha descrito el escritor Yoss en su carta abierta publicada originalmente en La llaga el 14 de marzo de el año en curso.
Algo así, no me parece bien para el que dice llamarse en reiteradas ocasiones amigo, hermano.
Es cierto que nunca llegamos a conocer del todo a las personas, considero que solo la convivencia y un tiempo prolongado nos serviría para conocernos a fondo, y aún así, lo inesperado podría salir a flote, dependiendo de alguna circunstancia en específico, todos tenemos un poquito de claro y oscuro.
Yo mismo, no me considero violento, abogo por la paz y la tranquilidad espiritual personal y ajena, pero no puedo negar que ante situaciones desagradables he llegado a sentir deseo de golpear a alguien, pero no lo he hecho, porque las aguas se han calmado rápidamente y poco a poco mi ira se ha desvanecido.
Eso sí, como todo ser humano discuto con mi pareja, y alguna que otra vez en una discusión ha estado rondando la violencia física y verbal, pero eso tiene un nombre: Problemas personales, sencillamente es mi asunto, mi vida, y debo resolver las cosas de la mejor manera posible.
Estoy totalmente en contra de la violencia en general, ya sea a personas o animales, nadie tiene el derecho de agredir a nadie, siempre es mejor optar por el dialogo y cuando no funciona la comunicación pues damos la espalda y resuelto el dilema.
Percibo que en el caso de Ángel hay algo raro. Ahora me remito a lo que mi colega María Matienzo ha escrito acerca de que la violencia contra mujeres y niñas no puede ser un pretexto político para sofocar una voz incómoda de la intelectualidad cubana.
Lo he escrito tal y como María lo publicó en su diario bajo el título: Una caricatura de proceso judicial para Ángel Santiesteban. Y concuerdo plenamente con su artículo.
En situaciones como estas, lo más importante es contar con evidencias, algo que pruebe que en verdad Ángel es culpable. Yoss, que parece tan conocedor de la vida personal de Ángel, puede decir que Santiesteban es su amigo sin realmente serlo, porque él mismo en otro artículo publicado en Havana Times ha desmentido tal amistad.
Yoss en su carta abierta habla como si se conocieran de toda una vida, hasta hace mención de Kenia, la ex-mujer dolida, que según Yoss fue hostigada, y recibió más de una golpiza, e incluso habló de cartas amenazadoras, y por demás, lo hace público.
Respecto a la señora Kenia, no sé porque motivos no impidió que Ángel fuese a la cárcel, hasta donde sé, creo que ambos tienen un hijo en común. De haber sido real la agresión debió pensar en su familia.
Porqué no buscar otras alternativas, tratar de que las cosas mejorasen, sin llegar a ese extremo, en todas las cuadras hay un comité de defensa y por ende también nos toca un jefe de sector, ¿porqué Kenia no fue directamente al jefe de sector para que este intercedería por ella? Considero que ese debió ser el primer caso.
Donde vivo, muchas parejas tienen problemas y cuando ocurren casos violentos las mujeres buscan ayuda con la policia, los esposos se someten a la charla de la policía municipal, quizás se les amenaza con hacerles una carta de advertencia y hasta con ir preso, pero de ahí no pasa, siempre las parejas tratan de arreglarse, y de no volver a caer en lo mismo.
Claro, aquí es donde para mi está lo raro, lo misterioso, en fin, lo político, pensar lo incómodo que puede resultar Ángel para algunos que se han dado cuenta de que el escritor, ya no es tan angelical, sino que actúa como demonio, diciendo verdades que muchos prefieren sepultar, para no verse implicados en asuntos políticos.
Por el momento, prefiero mantenerme al margen de la noticia, sin dejar de pensar que sin ninguna evidencia, Ángel Santiesteban no es culpable, y si lo fuese, solo Dios, Kenia y él lo saben.
Publicado en Havana Times
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