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16 de febrero de 2012

El señor Lázaro Fariñas:



“Periodista cubano radicado en Miami”, el mismo que hace un tiempo se mostró quejoso, como acostumbra, porque en Miami sólo permitieron por veinticuatros horas una valla con los cinco espías sancionados por los Estados Unidos, y que tuvimos a bien agradecerle de alguna manera que nos enseñara que allá, en el territorio “enemigo”, al menos pueden anunciar una política crítica y en desacuerdo con los que gobiernan. Por el contrario, en Cuba no se permite siquiera pensar diferente. Y lo felicitaba por haber huido con su familia a tierras, sino de absoluta libertad, al menos de libertad limitada, como él quiso exponer en aquel escrito.
Y ahora este señor vuelve a tener la desvergüenza de decir en un diario cubano, “Cuba avanza, a pesar de los agoreros” (29-11-2011), sin especificar hacia dónde es el avance, quizá sea al abismo, y refiere que: “tenía un amigo en Miami que era comentarista radial; tenía programas de entrevistas y comentarios en esta ciudad. Defendía a Cuba (entiéndase a la dictadura) a capa y espada y atacaba a la ultraderecha cubanoamericana con un sarcasmo y habilidad intelectual que muy pocos pueden imaginar”.
Me pregunto si el autor tendrá extirpado un lóbulo cerebral que no le importa hacer el ridículo, al intentar manipular con torpeza la opinión de los cubanos. O simplemente es otro propagandista, dizque periodista, pues el papel soporta todo lo que le pongan. En definitiva, lo suyo es cumplir con el régimen y continuar recibiendo los beneficios que se le otorgan en pago a los servicios que él le presta.
¿Cómo puede este señor jugar con la inteligencia de los cubanos de manera tan burda e incongruente? ¿O se estará burlando con inmenso cinismo del pueblo de Cuba? Nunca voy a entender que alguien que abandonó el territorio nacional por mejoras en su vida profesional y privada, ahora defienda la causa que le hizo huir. Porque es imposible que sea un enviado de Castro en Miami, miembro de otra “Red Avispa” que opera sin prejuicio en los medios informativos de allá, y que sobrevive olímpicamente delante de las narices de sus enemigos.
El hecho de que alguien en Miami tuvo un programa radial donde se juzgaba, criticaba y burlaban en el mismo rostro de los que sufren profundamente la distancia de su tierra, sin que nadie fuera a cerrarle su programa, ni que se tomara venganza por su mano, me parece un acto de estoicismo de parte de los que tuvieron que sufrirlo. Me niego a pensar que el señor Lázaro Fariña haya olvidado la represión y la férrea censura que existe en Cuba, ya por más de cincuenta años, donde jamás nos han permitido tener un medio personal, particular, independiente, que sirva de libre expresión. Ni siquiera la posibilidad de imprimir algo, ni el derecho a escribir boletines, periódicos, espacios radiales, por no mencionar la Internet. Cómo se puede defender un proceso que sanciona con años de cárcel al que diga en voz alta un pensamiento adverso a los designios de Fidel Castro.
Personajes como Lázaro Fariñas son los que desgraciadamente veremos en una futura Cuba democrática, defendiendo también a los políticos de turno.
Más adelante continúa su escrito contradictorio, al querer amparar lo que critica. Pues criticar la censura para defender al Gobierno cubano es una locura de atar. El señor Fariña delira al testimoniar que este comentarista radial, ya fallecido y llamado Álvaro Sánchez Cifuentes, “pertenecía a las milicias revolucionarias en la época de la invasión a Playa Girón”. Sin embargo, evidentemente los caminos de sus destinos se torcieron y terminó viviendo en Miami, allí, con aquellos que combatió por venir a evitar que con los años él se viera obligado a emigrar. Y subsistió en la ciudad donde viven sus enemigos, a los que provocó hasta el cansancio, según relata, cuando asegura que “los relajeaba, les ponía apodos y se reía de las torpezas de esos personajes tragicómicos del teatro vernáculo que conforman el llamado exilio cubano de Miami”.
Donde Fariñas alcanza niveles insospechados de cinismo es cuando asegura “nunca me ha gustado participar en programas dirigidos por personas de mi misma opinión. Prefiero el debate y la discusión”, que infiero que el lugar al que se refiere sea Cubadebate, el espacio de menos posibilidad a discernir que existe y en donde publican los “periodistas” de plantilla oficial, como el mismo Fariña; y aún más contradictorio es el hecho que publique su artículo en un país donde no existe ni remotamente el desafío a una opinión oficial, y en un periódico donde todas las opiniones son unidireccionales.
El señor Fariñas goza de las dos aguas, vive su capitalismo “feroz”, al que no abandona, y defiende al sistema que no acompaña. De lejitos la historia es diferente y él lo conoce mejor que nadie. Sobrevive en Miami, y cobra sus vacaciones en Cuba. Esos personajes que no conocen la dignidad son los aliados que el Gobierno cubano consigue.
Lo que más le deseo al señor Fariñas, es que su ciudadanía norteamericana le sea retirada y lo regresen a su Comité de Defensa de la Revolución, que lo hagan Presidente de su cuadra, y viva la descarnada realidad de los cubanos.
Entonces, veremos cuál será su discurso.
Ángel Santiesteban-Prats

10 comentarios:

Anónimo dijo...

De esos Juan Perez hay muchos.
En primer lugar, por q EU le da visa a alguien q ha participado en hechos militares y no se la da a algun q otro ciudadano pacífico por tener una condena por vender (por ejemplo) maní clandestino?

Pedro A. Diaz dijo...

Angel: Eso mismo sugeri en un comentario o escrito al Prresidente Obama. Este agorero y otros que aqui existen, debian suprimirle la ciudadania Americana,
Te felicito por este escrito.
Atte. Pedro Antonio

Anónimo dijo...

¡¡Que susto Ángel!! Por un momento me pareció estar viendo a un sindicalista en jefe que tenemos por España. Pero sigo leyendo y lo sigo viendo retratado en tus letras, parecen sacados del mismo patrón y cosidos con el mismo hilo.
Al mio le gustan los Rolex mientras se indigna por lo mal que está la cosa y convoca manifestaciones. El tuyo se harta de burger con papas mientras defiende a los que atacan la hamburguesa que se come y las papas que se traga.
El mio se llama Cándido, el tuyo Lázaro. Los voy a bautizar a los dos y llamarlos Candázaro...Me suena como una amenaza...
Un saludo Ángel, desde España.
Emilio.

Anónimo dijo...

Angel,
Conozco al lacayo del regimen Fariñas y conoci a ese periodista ya fallecido que le llamabamos Sanches Sin mente (en luhar de Cifuentes). Ambos representan la traicion al verdadero dolor del pueblo cubano. Tienes razon en tu comentario Sanchez Sin mente usaba un sarcasmo tan ofensivo que daba deseos de partirle la cara...pero ahi subsistio en ese Miami que ellos dicen que es intolerante.... recuerdo una anecdota de un buen amigo que trabajo en la misma emisora de Sanchez Sin mente y que tuvo una discusion fuerte con el...y ante el sarcasmo y la ofensa, mi amigo le metio una silla por la cabeza.... y por poco lo deja Sin mente de verdad... Disfruto mucho tu blog...eres valiente y muy inteligente... Cuba necesita talento como el tuyo

Anónimo dijo...

Son pusilánimes traidores al pueblo.

Diana dijo...

Si hubiera vergüenza lo botaban para Cuba a patadas en el trasero.

Anónimo dijo...

hola angel. desgraciadamente el esbirro farinas no esta solo. en el extranjero pululan los cubanos que despues de huir de aquel infierno en que se ha convertido cuba te dicen con cinismo desmesurado: despues de todo, yo no estaba tan mal alla. cono entonces por que no regresas?
saludos. jeremy

Anónimo dijo...

Tendríamos menos de estos despreciables personajes si se acabara de una puta vez la Ley de Ajuste Cubano.

Morell dijo...

Y que me dicen de Edmundo Garcia? , Un ser despreciable por bajo , oportunista y sin honor.

Anónimo dijo...

Lazaro Farinas es un gran oportunista, quiere vivir bien eso es todo. Vive en Miami pero escribe en Cuba y le pagan bien. su articulo es excelente dice toda la verdad mis saludos