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25 de enero de 2012

La Cuba católica



Nunca olvidaré cuando llegó la noticia por Radio Martí de que los cubanos teníamos un Cardenal. Mi madre, emocionada, me lo hizo saber; y de sus ojos llorosos se desprendían las ilusiones que ponía en la Iglesia Católica al agregar a su cónclave un alto funcionario eclesiástico. Desde su desesperada ingenuidad, mi madre tuvo la intención de transmitirme que, jerárquicamente hablando, “un Cardenal es más que Fidel”, sentenció. Recuerdo que moví la cabeza aceptando; no quería dañarle su ilusión.
Por supuesto que sabemos lo que significa un Cardenal, sólo que quienes tenían que creérselo no lo hicieron, ni el “Presidente” Fidel Castro con sus secuaces, quien, a la postre, nunca dio por concluido el trabajo de segar a la Iglesia del pueblo cubano, y esa tarea inacabada siempre ha sido su frustración.
En mi humilde persona el Sumo Pontífice Juan Pablo II tuvo a uno de sus fieles que más lo admiró. Mi amor hacia él se convirtió en adoración. Además de Santo Padre, fue un líder político nato. Y guardaré siempre la emoción al saludarme sin más importancia que la de un transeúnte que, desde su moto, le expresaba su amor.
Su visita siempre la recordaré con gratitud. Pero si hubiera sido su Consejero, le hubiera sugerido que no acudiera a una Cuba sin libertad, sin progreso y sin respeto al más elemental de los derechos humanos: el de La Libertad de Expresión. Muchos cubanos cifraron sus esperanzas en que tras su visita se alcanzarían importantes logros de carácter social, libertades políticas, y hasta se auguraron elecciones multipartidistas.
Es saludable recordar los años de “carrera política” que llevan los hermanos Castro, y demás está decir que ellos no aceptarían ninguna visita, ni del mismo Jesús Cristo en persona, si peligrara su estancia en el Poder. Eso siempre lo supe con claridad objetiva.
Luego que el Papa se fue, quedamos a la espera y aún tenemos las manos vacías, porque desde hace mucho las guardamos en el bolsillo, ni siquiera vale la pena exhibir su desnudez.
Lo que los cubanos tenemos que lograr no está en la visita de nadie, ni en el “concierto por la paz”, aunque fuera con buenas intenciones, ni siquiera radica en el “bloqueo norteamericano”, está en el día que salgamos a exigir lo que nos pertenece por derecho propio. Para ese entonces, después de conquistada una democracia participativa y los cubanos tengan el derecho de elegir libre y consecuente lo que desean para sí, daremos una bienvenida al Papa de turno, y también, de alguna manera espiritual, estaremos recibiendo al Vicario de Dios, ahora en el cielo, el Padre Juan Pablo II, o al hombre sencillo y estudioso que fue Wojtyla.
Pero sabemos que de buenas intenciones no sólo está empedrado el camino al paraíso, también lo está el que conduce hacia la libertad de la Isla de Cuba.

Ángel Santiesteban-Prats

6 comentarios:

Letícia Martelle dijo...

Cara blogueira cubana Yoani Sanchez , Pode vim para o Brasil sem medo de ser deportada as presas como foram covardemente seus compatriotas os boxeadores cubanos na época do governo Lula .
O Presidente no Brasil agora é outra, não é mais aquele capacho e lambe botas chamado Lula da Silva , conhecido como menino de recado do regime ditador de Fidel .
Para felicidade da democracia no Brasil , não é Lula o presente do Brasil , pode vim sem medo de ser feliz !!!
Os tempos são menos ruim. Pode vim !!!!!!

Ana O. Gomez dijo...

Con todo respeto Sr: Angel Santiesteban primero que nada el problema de Cuba esta visto que ha nadie le interesa cuando van al medio Oriente ha hacer Guerras y aqui detras de la puerta estan Cuba , Venezuela , Ecuador y Bolivia y nada pasa o se me olvidaba Nicaragua que es uno de los peores , El problema de Cuba se llama Cuba con sus Cubanos de adentro el dia que ese ejercito se revire y el pueblo en masa , no de 10 o 15 personas se tire a la calle ese dia alguien se dara cuenta que los Cubanos quieren Libertad , esa es mi sencilla opinion.

Anónimo dijo...

El problema, la situación, la solución de Cuba está en los cubanos. Mientras los cubanos no quieran darse cuenta de ello van a seguir bajo la bota castrista porque nadie, ni papa, ni obispos ni embajadores va a hacer nada por ellos.

Maria dijo...

Muy buen escrito, Angel, no nos decepcionas y reflejas la decepción.
Pero si mil personas solo hubieran corido la maratón con la foto de Laura pollán como tú, habria sido noticia fuera de internet. Tienen razón los comentaristas..
Un abrazo,
Maria Benjumea, España.

Anónimo dijo...

Amén, Angel, amén, y saludos desde España.

Emilio

Justino Renée Morales. dijo...

El problema de Cuba es el egoísmo de los cubanos, los de adentro y los de afuera, todo el mundo piensa en ellos mismos y en su familia, de los de afuera, nadie habla ante las las cámaras de la TV o la prensa, todos aceptan el chantaje de la dictadura por evitar que no les dejen entrar a ver y llevarle a la familia, porque son mulas y quieren poder seguir entrando a llevar baratijas para pagarse el viaje, porque comentan en todos estos espacios de Internet con alias o como anónimos, porque llegan al aeropuerto de la Habana, les roban, les estorcionan para sacarle dinero y no protestan, los familiares en Cuba, incluyendo mi familia, no quieren oír nada en contra "para no buscarse problemas" como si existiera algo que ya no hayan perdido, cuando lo han perdido todo, hasta la moral, porque aunque no les queda más remedio, los cubanos del insilio son todos ladrones y delincuentes para poder sobrevivir comprando cunato necesitan en la bolsa negra, por eso aquello se caerá por su propio peso, pero no por que los cubanos levantaran un dedo para tumbarlo y los pocos con dignidad como usted y el resto de los que ya dijeron ¡basta! que son unas decenas de Damas de Blanco, y unos cientos de disidentes, algunos periodistas independientes y un grupo de prisioneros de conciencia que no se rajan y que algunos han dado hasta la vida con huelgas de hambre, no son apoyados por el resto del pueblo que mira sin chistar como les dan golpes a señoras mayores vestidas del color de la paz y no hacen ni cojones, yo no soy tan valiente porque prueba de ello es que escapé y no hice lo que Ud. y esos otros pocos cientos de valientes que se enfrentan, pero al menos hace algún años ya, que comento, acuso, desenmascaro sin alias. con mi propia fotografía y sin ir a Cuba porque no me arrodillo más a la criminal bandita de ancianos esbirros y sus amos los traidores asesinos hermanos Castro, yo regreso a Cuba el día que no tenga que entrar con un permiso acondicionado, cuando tenga los derechos que me corresponden como ciudadano cubano, cuando no me roben mi dinero y cuando Cuba tenga leyes y una constitución que trate a las personas con dignidad.