Queridos compatriotas, la lucha de los cubanos por la independencia continúa siendo la misma que dejaron los patriotas insignes de nuestras guerras libertadoras. Hoy nuestro país sigue bajo el mando de usurpadores que han profundizado la pobreza y la falta de albedrío. Su extenso tiempo en el poder termina. No permitamos que nos sorprenda con los brazos cruzados, desde cualquier punto del planeta somos útiles, una voz es un arma de guerra para los nuevos tiempos. Tenemos el absoluto derecho de escoger un Presidente entre diversas candidaturas. ¿Por qué nuestras familias deben continuar separadas? ¿Qué razón existe para que los emigrados mantengan nuestras bocas con remesas y les paguemos con el silencio? ¿Cómo nos puede justificar el enviar ayuda económica a la familia y hacer mutismo frente a su realidad? ¿Cómo justificaremos después los brazos cruzados? ¿La cabeza gacha? ¿La hipocresía? ¿La amoralidad? ¿Bastará con decir que no sabía de las injusticias que cometía el Gobierno? ¿Por qué tenemos que esperar a que ellos decidan por nosotros y mientras seamos uno de los países más pobres y totalitario del universo sin garantías ciudadanas ni estado de derecho?
¿Por
qué repetir que la salud y la educación son gratuitas si el
Gobierno vive de nuestro sudor y de las remesas, y todo lo contrario,
un precio bien alto pagamos por ello?, para no entrar a profundizar y
reconocer que poco a poco estamos pereciendo sin que, gracias a Dios,
cayeran las anunciadas bombas de una invasión eminente por los
vecinos del norte.
Aquel
que se dice apolítico se engaña. El silencio es una actitud
política también, y en la mayoría de los casos es complicidad. El
que se justifica aludiendo que se debe a su familia, se engaña,
precisamente por ellos es que debemos entregar el mayor esfuerzo para
el cambio. No podemos dejarle padecer nuestro sufrimiento. No
permitamos que nazcan y mueran en dictadura, ni aceptemos que
germinen lejos del país que les pertenece.
La
oposición mental en Cuba contra el sistema impuesto por los
dictadores es casi unánime; pero viven con la máscara puesta por el
miedo a las correspondientes represalias. Sabemos que poco a poco sus
consciencias les irán exigiendo una actitud responsable y les
obligarán a abandonar el modo de cobardía. Otros han emigrado con
el miedo a cuesta, un terror que caló tan hondo que les es difícil
arrancarlos de sus huesos. La mayoría, por la falta de información
y acceso a ellas, desconoce el cambio en el orden mundial y el apoyo
solidario internacional. Que los países aliados son modelos
antidemocráticos, como Corea del Norte, China, Rusia, Venezuela,
Irán, para citar algunos.
Tenemos
ante nuestras consciencias y familias, la necesidad en algunos,
obligación en otros, de responder con dignidad frente a la historia
porque somos dueños del tiempo, del hoy.
Para
ello tenemos una herramienta democrática que es la demanda Por
otra Cuba,
porque “Cuba cambia si tú quieres!”, que exige la ratificación
por el gobierno cubano de los pactos de la ONU, por ende, poner en
práctica de inmediato las imprescindibles garantías legales y
políticas concebidas en la Declaración Universal de los Derechos
Humanos.
Usted
puede firmar en el sitio web http://www.porotracuba.org
o enviando un mail con su nombre y ocupación a porotracuba@gmail.com
Abrazos
y nos vemos en una Cuba libre o en el cielo.
Ángel Satiesteban-Prats
Escritor cubano.
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