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24 de noviembre de 2010

Concepto de Patria

Foto AP



LOS PRÓCERES INDEPENDENTISTAS De América coincidían en que el continente es una sola Patria. Y sentía que mi amor era más grande que la Isla, tanto que rozaba otras costas y pensé en algún momento que llegaban a confundirse mis límites de fronteras y sentí que pertenecía a todas partes. Con esa duda que me aplastaba, lo primero que intenté fue organizar, aclararme, qué era realmente la Patria. Lo que conocíamos como Patria era el suelo, la tierra por donde caminábamos. Por lo tanto, el ser humano nacido sobre ella no era parte de esa Patria; los árboles, las frutas, los ríos, los animales, las flores, tampoco eran la Patria. Por lo que llegué a la conclusión que no éramos más que objetos, herramientas, adornos, eslabones disponibles para el concepto de Patria, que éramos utilizados al antojo y conveniencia, sobre todo para los políticos que movían la concepción a su favor. Lo que me parecía injusto que la superficie no estaba al servicio nuestro, sino lo contrario; el territorio no había sido
creado para cimentarnos sobre el, aprovecharnos, vivir y sobrevivir como el factor más importante: la raza. En cambio nosotros habíamos sido ideados para que salvaguardáramos los límites, los guardianes del espacio asignado. Y me sentí incómodo.

Y comencé a desconfiar de cierto nacionalismo que se acondicionaba a los sistemas y a los gobiernos, como el concepto de Patria. ¿Quién lo habrá inventado? ¿Qué es un país? ¿Quién decidió por mí los límites del suelo madre que debería de amar y por el que debería morir? ¿Acaso el hecho de que unos hombres se le adelantaran a otros en la conquista es suficiente? ¿Si a la Isla de Pinos hubieran llegado los portugueses primero que los españoles, entonces no fuera parte de nuestra Patria? Y sin embargo, ahora habría que morir por ella. Martí escribió una carta desde su destierro en aquella Isla, y se decía lejos de la Patria.

¿En una de las tantas guerras, ahora casi inexplicables, que existieron en la época, la mitad de la Isla de Cuba no pudo haber quedado dividida como Haití y Dominicana, que ni siquiera hablan el mismo idioma en aquella misma porción de tierra, sabiendo además, que esta última isla era parte de la nuestra y fue separada hace millones de años por una fenómeno sísmico, y que a su vez la Isla de Cuba también lo fue del resto del continente por un fenómeno similar?

¿Si Jamaica se hubiera mantenido bajo el dominio español fuera parte de la llamada Patria, como lo es ahora la Isla de Pinos? ¿Si las Islas que aún son colonias de las grandes potencias son conminadas a enfrentar una guerra con las islas vecinas, qué de patriótico tendría? ¿Patria? Entonces, ¿qué es la Patria? ¿Qué es un país? ¿Patria será sentir la extrañeza material del medio donde crecimos? ¿Será la añoranza? ¿Los que viven en Los Ángeles sienten como Patria a México o a los Estados Unidos de América? ¿La generación de los hijos que nadie quiso, mientras estuvo en la Base Naval de Guantánamo, en qué territorio se sentían?... ¿El mero hecho histórico y geográfico es suficiente para regir los sentimientos humanos? ¿El cielo de un país es importante? ¿De quién son las estrellas? ¿Qué es el cielo? La tierra da vueltas sin cesar y ese forro azul va cubriendo otras porciones de tierra, de Patrias también. ¿El cielo que vemos ahora será el mismo de ayer o de mañana? ¿Y las estrellas no correrán junto al manto oscuro como pegados a una cortina?

¿Cuál es nuestra agua cálida? El agua choca con las paredes del Caribe como una pelota de ping-pong o el balón que entra en la portería como gol después de burlar a Cuba, que juega como portero, y el resto de las Islas como defensas. ¿Quién administra el agua que nos rodea, cómo hacemos para no dejarlas ir y juntarse con las que cruzarán el océano hasta llegar a otro continente y viceversa?

¿Cuál es la tierra que guarda a nuestros antepasados y sus tradiciones, si nuestros ancestros
estuvieron durante muchos más siglos en Europa y en África que en América?
¿Qué es la Patria?
¿Cuál es la Patria?
¿Dónde está la Patria?

Sé que son preguntas ingenuas, tontas, puros lugares comunes; pero muchas de sus respuestas han servido de consignas políticas y mucha sangre se derramó por ellas. Yo sabía, o podía entender, que la Patria es el “Ser social”, una condición de vida que está en cada instante de nosotros, que nos caracteriza como pueblo. La manera de comer, caminar, hablar, gesticular, hacer el amor, mirar, respirar; pero también llegué a la conclusión de que todos esos detalles vivían dentro de mí, estaban asimilados y eran parte del “yo”, entonces, si podía deambular de un lado a otro con todos ellos, me afianzaría a algo más sólido y eterno: pertenecería al partido de la creación, y a una Patria sin límites ni mares ni fronteras adyacentes, definitivamente, como dijo el Apostol: “Patria es Humanidad”. En una entrevista que le hicieron a Gastón Baquero, el gran poeta cubano que había vivido exiliado en España por más de treinta años, respondió que él nunca se había sentido lejos de la Isla, porque se la había llevado consigo, dentro de sí; todo lo que le interesaba del Universo estaba allí dentro... “Mi país lo llevo conmigo, en mi castillo interior. En cualquier punto del planeta donde uno se encuentre, se está a la misma distancia de las estrellas”.

¿Acaso todo no será más que la identidad, aquello que nos rodea desde el nacimiento, las pequeñas costumbres que se juntan y se forman y nos rigen? ¿No será más que los códigos y símbolos con que nos educaron y crecimos y a pesar de nosotros viven en el subconsciente?

Por eso nada vale tanto sacrificio, la verdadera Patria está dentro de uno, en los intereses que podamos perseguir, en nuestras ambiciones y sueños: The rest is silence.